lunes, 2 de julio de 2012

Estado docente LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA



REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DR. “LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
BARQUISIMETO EDO-LARA.




Estado docente
LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA







                                                                          Participante:
José Antonio Galavis  
C.I: 20009643 
Especialidad de: Mecánica
                                   Industrial.                                                           


Estado docente
LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA

Aquí no se habla de ningún proyecto político, sólo de la existencia de una comunidad educativa, integrada por alumnos, maestros, representantes y vecinos, y además menciona la interrelación entre la responsabilidad de la comunidad con el educando, y la de éste con aquélla. Pero dice más, mucho más: hace alusión a la escuela cuando es la expresión de una ‘clase dominante’, y alerta sobre el objetivo de dominación de ese tipo de ‘clase’: perpetuar sus intereses. ¿No es, precisamente ‘eso’ lo que estamos viendo en el proyecto de Ley de Educación? ¿No le parece a usted, amable lector, que aquello sobre lo que nos alertara el maestro Prieto, es precisamente lo que se expone allí? Cuando el Gobierno afirma que ‘construirá’ al hombre nuevo sobre los principios rectores del socialismo, y que lo hará ejerciendo un rol protagónico y unidireccional en los contenidos educativos, no hace otra cosa que subsumir la obra educativa a una ideología, con la que perpetuará sus intereses políticos y partidistas, a contrapelo de las necesidades del país.
En relación con la educación secundaria, el maestro Prieto se convierte en pionero continental de la educación técnica y además ratifica que sólo en democracia, no en un ambiente ‘socialista’, es que se puede desarrollar a plenitud esta etapa educativa. Leamos sus palabras:
“En mi concepto se trata de crear una nueva manera de comprender la formación del hombre dentro de un medio nuevo, con tareas nuevas. Se trataría de aplicar lo que he llamado un humanismo democrático, cuyas tareas definí en la forma siguiente: 1º Formar al hombre en la plenitud de sus atributos físicos y morales, ubicado preferentemente como factor positivo del trabajo de las comunidades. 2º Capacitar para la defensa del sistema democrático dentro del cual tienen vigencia y son garantizados los derechos civiles y políticos esenciales de la personalidad humana; y 3º Capacitar para el trabajo productor mediante el dominio de las técnicas reclamadas por el desarrollo técnico de la época”.
El Humanismo Democrático es la perspectiva filosófica que asume Prieto Figueroa para comprender la formación del hombre, el cual contiene como principio “comprender el ligamen de solidaridad entre los hombres que trabajan juntos para alcanzar el progreso, no para el beneficio individual solamente sino para el beneficio de todos” (Prieto Figueroa, 1977:). Desde esta perspectiva la educación está orientada a promover la solidaridad entre los ciudadanos a fin de construir juntos el progreso de la nación donde el interés colectivo sea superior a los intereses individuales. Dando así coherencia a sus postulados democráticos en relación con la educación y el desarrollo de la sociedad, de allí que: “en una democracia ordenada y planificada la formación educativa de los ciudadanos se realiza atendiendo a los requerimientos que el desarrollo económico y social demanda (….) son los hombres formados los que generan desarrollo y riqueza (…) aparejado a la redistribución del ingreso, tal como acontece en la democracia socialista (…) la educación democrática es gratuita y obligatoria; tiende a dar a los ciudadanos igualdad en las oportunidades para alcanzar todos los grados y ventajas que corresponden a los ciudadanos en democracia” (Prieto Figueroa, 1977: 55-59).
Capacitar para la defensa del sistema democrático. Esta es la segunda tarea de la educación de Prieto Figueroa. Un sistema que, a su decir, garantiza los derechos civiles y políticos esenciales de la personalidad humana. Pero esos derechos y esas garantías no están explicitadas en el proyecto de Ley de Educación, por lo que mal se puede colegir que sea expresión interpretativa del texto “El Estado Docente” del maestro Prieto.
Desde la visión del Humanismo Democrático de Prieto Figueroa se contempla la democratización de la educación, en la que el Estado debe asumir, como función pública, la necesidad de enseñanza y aprendizaje de la población venezolana, la cual debe estar orientada desde los principios de igualdad, obligatoriedad y la gratuidad de la enseñanza, es por ello que desde la Constitución Nacional de Venezuela de se establece en el artículo 78; que: “todos tienen derecho a la educación. El Estado creará y sostendrá escuelas, instituciones y servicios suficientes dotados para asegurar el acceso a la cultura sin más limitaciones que las derivadas de la vocación y aptitudes. La educación impartida por los institutos oficiales será gratuita en todos sus ciclos” Congreso Nacional de Venezuela (1961).
Cuando analizamos el proyecto de Ley de Educación que se pretende aprobar, apresuradamente, antes del 15 de septiembre de este año 2009, se observa a partir de él la educación será eminentemente laica, lo cual execra de los planteles la formación sobre valores morales religiosos; que la familia y la sociedad son excluidos del Artículo 4 que se refiere a los agentes y fines educativos, y en el Artículo 8, el único derecho que se le reconoce a la familia es el de la educación religiosa.
El maestro Prieto Figueroa aprueba la intervención del Estado en la educación del país en función de la orientación política, no sólo en la formación académica, sino en la formación moral y lo hizo de manera descarnada, en la página 27 de la edición de Fundayacucho. Leamos:
El Estado interviene, por derecho propio, en la organización de la educación del país, y orienta, según su doctrina política, esa educación. Depende la orientación de una escuela de la orientación política del Estado. Si el Estado es fascista, la escuela es fascista. Si el Estado es nazista, la escuela es nazista. Si el Estado es falangista, la escuela es falangista. Y si el Estado es democrático, la orientación de la escuela necesariamente tiene que ser democrática. En efecto, en toda sociedad la educación sirve a elevados fines sociales, pero no le corresponde fijar autónomamente sus propias metas. Obedece su orientación a la sociedad donde actúa.

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